sábado, 13 de abril de 2013

Identidad


Sin embargo, cada vez que debo hablar de mí mismo me siento, en cierto modo, confuso. Me veo atrapado por la clásica paradoaj que conlleva la proposición: “¿Quién soy?”.


Si se tratara de una simple cantidad de información, no habría nadie en este mundo que pudiera aportar más datos que yo. No obstante, al hablar sobre mí, ese yo de quien estoy hablando queda automáticamente limitado, condicionado y empobrecido en manos de otro que soy yo mismo en tanto que narrador –víctima de mi sistema de valores, de mi sensibilidad, de mi capacidad de observación y de otros muchos condicionamientos reales -. 
En consecuencia, ¿hasta qué punto se ajusta a la verdad el ‘yo’ que retrato? Es algo que me inquieta terriblemente. Es más, me ha preocupado siempre. 
Fragmento de  Sputnik, mi amor
(Haruki Murakami)

lunes, 2 de julio de 2012

Memoria selectiva


Puedo darte las matriculas de los seis coches que hay aparcados fuera. Puedo decirte que la camarera es zurda y que el tío sentado en el rincón pesa 98 kg. y sabe defenderse. Sé que el mejor sitio para buscar un arma es la cabina del camión gris de ahí fuera, y que a esta altitud podria hacer un sprint de 800 metros sin que después me temblaran las piernas. ¿Cómo puedo saberlo? ¿Cómo puedo saber eso y no quién soy?

Fragmento de El Caso Bourne
(Doug Liman)

lunes, 25 de junio de 2012

Friction Dancing


Pero por el camino una bailarina le cierra el paso y se restriega contra él, empujando la pelvis contra su entrepierna. Bajo la pintura de guerra, la chica tiene un rostro chabacano, casi de payaso, y las capas de base de maquillaje no consiguen ocultar las feas cicatrices de la viruela a la áspera luz de los focos. Una mirada extraviada y una boca torcida y cruel le desafían.
Lennox se queda petrificado, tieso por todas partes menos donde ella querría. Esto es friction dancing. Ella no va a dejar de menearse hasta lograr que se corra. Le invade una explosión de ira.
Esto es cosa de viejos y fracasados, de gilipollas y retrasados.
 Capta la amarga desesperación en la mirada de la chica y se da cuenta de que ahora se ha convertido para ella en un reto personal y que por narices tiene que excitarse y correrse. La única forma que tiene de salvar las apariencias esta bailarina de striptease adicta al crack es obligarle a tomar parte en este circo y dejar que lo transforme en un ser tan desesperado y envilecido como ella. Lennox lo entiende, porque ha tomado parte muchas veces en otras versiones de lo mismo en Edimburgo, durante las salidas exclusivamente masculinas del cuerpo. Capta la inquietud en los rostros de los hombres presentes. Es consciente de que al no entrar en el juego los está poniendo en evidencia por el simple hecho de estar por encima de ellos, y humillando a la mujer al rechazar lo único que tiene para vender, su sexualidad, o al menos esa versión caricaturesca de ella. Se trataba menos de una cuestión de autoestima que de orgullo profesional: era así como se ganaba la vida.
Fragmento de Crimen
(Irvine Welsh) 

martes, 12 de junio de 2012

Indiferencia mortal


El verdugo no obedece órdenes. Simplemente hace su trabajo: no odia a las personas a las que ejecuta, no lo hace por venganza, no las mata porque se interpongan en su camino o lo amenacen o lo ataquen.

Le son completamente indiferentes. Tan indiferentes, que le da lo mismo matarlas o no matarlas.

Fragmento de El lector
(Bernard Schlink) 

martes, 5 de junio de 2012

La cruda realidad

Desde hace años, Alemania va cuesta abajo. Somos los perdedores de la globalización. La política nos quiere hacer creer que el camino para salir de la crisis es siempre rendir más. Pero los políticos son sólo marionetas de la economía. La cuota de desempleo está bajando; somos el número uno en exportaciones. 

Pero la realidad es que los pobres son cada vez más pobres, y los ricos más ricos.
La única gran amenaza es el terror, un terror que nosotros mismos hemos creado mediante la injusticia que permitimos en el mundo, y mientras que nosotros, poco a poco pero sin descanso, destruimos el planeta, unos cuantos supermillonarios se sientan por ahí y se frotan las manos, se construyen naves especiales y observan todo lo que pasa incluso desde arriba.
Fragmento de La Ola
(Dennis Gansel)

jueves, 31 de mayo de 2012

Psicologia policial

Poca gente entiende la psicología de tratar con un policía de carreteras.Un conductor cualquiera se asusta e inmediatamente se detiene a un costado.
Eso está mal. 
Provoca el desprecio del policía. Hagan que el bastardo los persiga. Y lo hará. Pero no sabrá qué hacer cuando señalicen como si fueran a doblar a la derecha. Eso le indica que están buscando un sitio para poder hablar. Tardará un momento en darse cuenta de que tendrá que dar una vuelta a 180 grados al instante. Pero ustedes estarán preparados. Metan el cambio. Doblen rápidamente.

Fragmento de Miedo y asco en Las Vegas
(Terry Gilliam)

martes, 29 de mayo de 2012

La vida es una caja de bombones


Rebecca se mostró veloz y furtiva cuando llevó su mano hacia la caja. Levantó el separador y sacó rápidamente dos trufas de ron de la parte inferior. Se llenó la boca con ellas, a punto de desmayarse por la sensación de empalago, y empezó a masticar furiosamente. 


El truco consistía en consumirlas lo más rápidamente posible; al hacerlo así, tenía la impresión de que podía engañar al cuerpo, camelarlo para asimilar las calorías como un todo compacto, haciéndolas pasar por dos pequeños bocados. Semejante autoengaño resultaba insostenible cuando la infame y dulce ponzoña alcanzaba su estómago. Podía sentir cómo su cuerpo descomponía con agonizante lentitud aquellos repugnantes tóxicos, realizando un meticuloso inventario de las calorías y toxinas presentes antes de distribuirlas entre aquellas partes del cuerpo dónde más daño harían.
Fragmento de Éxtasis
(Irvine Welsh)